¿Cuándo aprenderán de la barbarie?

Por Raúl S. Saura

No es novedosa la vastedad de los errores cometidos por personas destacables: Martin Heidegger, probablemente el mayor filósofo del siglo XX, conservó su carnet del partido nazi hasta su muerte en 1976; Thomas Jefferson defendió en vida la libertad e igualdad de todos los hombres y llegó a poseer más de 150 esclavos... pero estas grotescas anécdotas no deben confundirse con la intención de algunos de no solo preservar el pasado sino de regresar a él.

Lo ha expresado a la perfección el Estado de Utah, de la tierra hija de Jefferson, que se encuentra a una firma del gobernador de volver a aceptar el fusilamiento como ejecución válida para la pena de muerte. En un país ejemplo de las libertades, la mayor democracia del mundo, no es suficiente que perviva la extinción de la vida de seres humanos como castigo en la mayoría de Estados, sino que además se pretende recuperar una condena que muchos españoles asociamos a algunos de los momentos más negros de nuestra historia para liquidar con cierta humanidad...

Así, esta decisión proviene de la controversia surgida el último año cuando dos presos sufrieron una tortura brutal por la inyección de muerte antes de morir. Y, en aras de salvaguardar el derecho de los norteamericanos a ser asesinados, los lumbreras legislativos han decidido redondear lo siniestro del asunto, ya que los pobres diablos habrán de tener la cabeza cubierta y una diana en el pecho, obviando que este sistema tampoco es el más efectivo, como ya nos recordó aquel sketch de los Monty Python. 

Que siga ocurriendo esto en pleno sigo XXI resulta indignante. Que la primera potencia económica mundial y además policía global siga ampliando esta galería de los horrores en lugar de discutir si acaso su fin en todos sus territorios es escalofriante. Más cuando algunas ejecuciones se televisan. Más cuando el Estado puede exterminar a jóvenes de 16 años, algo que no sucede ni en la China comunista. 

¿Cuándo aprenderán de la barbarie? ¿Para cuándo los mal llamados americanos perderán su nefasto ritual de muerte y balas? ¿Cuándo comprenderán el dolor y la humanidad que esto provoca en un país que se supone civilizado? ¿Cuándo verán que se igualan a enemigos como Irán o Corea del Norte? Porque en Cuba no se dan desde hace 12 años.

Mientras tanto, la inyección, el fusilamiento, la silla eléctrica o la guillotina si hace falta seguirán debatiéndose; mientras tanto, 1 de los 5 fusiladores continuará disparando balas de fogueo. Que continúe la agonía, la condena y la tortura, que se alargue la sangrienta vida de aquellos que las autoridades fingen peores a ellas. Que continúen los juegos, la vergüenza... 

Síguenos en @RAD_Spain.