martes, 24 de marzo de 2015

Carta a Adolfo Suárez

Por Daniel Hernández García


Querido presidente:

Hace ya un año que nos dejó, que se marchó sin darse cuenta, aunque su memoria ya había volado. ¿Qué tal todo por ahí arriba?, espero que bien. Espero que esté disfrutando todo lo que en vida se le arrebató y descansando, que buena falta le hace. Aquí en España todo está cambiando. La verdad que merecería y mucho la pena que estuviera aquí dándonos buenos consejos de cómo atravesar esta nueva etapa que nos espera en nuestro país. Aquí se está tambaleando todo lo construido por usted y los que fraguaron la Transición española. Algo, que debo reconocer, es lo más normal del mundo. Somos una generación crecida en democracia y debemos aprender de gente como usted, pero también queriendo una mejor España que la actual.

Han ido apareciendo nuevos actores en la vida política. Un chico con coleta, que se llama Pablo Iglesias, el cual quiere romperlo todo y partir de cero, y otro que se llama Albert Rivera, un prototipo de hombre moderado y abierto al diálogo, que quiere reformar nuestro país. La verdad que la similitud con usted es asombrosa, y así se ha hecho ver en la opinión pública. Pero qué quiere que le diga, Adolfo Suarez solo hay uno. Por otro lado, los dos grandes se tambalean, lo cual se lo están ganando ellos solos. Solo hay que ver en qué se ha convertido el Congreso de los Diputados, parece más bien un programa de telebasura que un espacio de diálogo y confrontación de ideas en busca de lo que es mejor para nuestro país.

Todos aquellos que tenemos constancia de usted y su figura como político nos echamos las manos a la cabeza viendo tanto forofismo de ideas y siglas, y de poco mirar por la mejora y calidad de vida del español actual, aún castigado por esta crisis de corruptos y ladrones. La corrupción se está convirtiendo en algo desgraciadamente sistémico. El panorama visto así presidente, cualquiera se alegraría ahí arriba, pero tengo que decirle que en mi generación se está labrando una nueva forma de hacer política. Los jóvenes nos sentimos ya más preocupados de lo que nos pasa a cada uno de nosotros y gente como yo tiene una profunda ilusión por agarrar el timón de este país y marcar el rumbo correcto. Ciudadanos o Podemos, ambas nuevas formaciones, son un soplo de aire fresco para nuestro pueblo que, al menos, puede volver a votar sin taparse la nariz.

Por lo demás decirle que el rey abdicó y que su hijo Felipe VI ha ocupado el trono. No sé yo que pensará porque usted era leal a la monarquía española pero, para un demócrata como lo fue, ¿no hubiera sido lógico que nos hubieran preguntado qué modelo queríamos de gobierno? La verdad que este debate con usted hubiera sido más que interesante. En lo que a mí me concierne, ahí sigo, intentando labrarme un buen paso en la política, haciendo bueno todo lo que en usted me fijé. Coherencia, diálogo, moderación, sensatez, en fin, todo aquello que fue para los que admiramos su obra. Otros le dejaron en vida, y le dejarán pasar en el olvido, pero yo no me voy a olvidar jamás del 23 de marzo de 2014. Y sí presidente, la concordia fue posible.

Allá donde esté, un abrazo muy fuerte.

Dani
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