lunes, 24 de noviembre de 2014

Pequeño personaje, gran problema

Por Daniel Hernández García



“Tengo información que podría acarrear más de una dimisión”, “hice todo este trabajo por el bien de mi país”. Frases como estas salieron de la boca del “Pequeño Nicolás”, un chaval de 20 años que ha puesto patas arribas el funcionamiento de las instituciones políticas y de seguridad de este país.

Alrededor de él se ha ido formando una especie de mantra, mezclado con bastante humor y con una cierta dosis de preocupación, por el increíble hecho de que un chaval de tan solo 20 años, fuera capaz de pasearse y colarse en actos de gran importancia social y política. Aunque este hecho es bastante grave, no es menos el hecho de que, supuestamente y que quede claro, fue una especie de contacto del CNI, que encargó misiones a él por su carácter “patriótico”.

Ayer, fue noticia porque apareció en el programa de Telecinco llamado “Hable con ellas”, donde fue entrevistado por la presentadora Sandra Barneda, así como también sometido a las preguntas de los tertulianos presentes en el programa. Asombrado quedé, con la cantidad de cosas que dijo, hizo y pudo hacer durante su estancia entre las altas esferas. De cómo un niño de tan solo 20 años (y estas “traperías” venían de aún más joven), fue capaz de poner en jaque a la seguridad de este país, así como realizar numerosos encargos por su carácter españolista.

Anoche, junto con el resto de espectadores en aquel momento, fui testigo del convencimiento del joven Nicolas, el cual se ha sentido que han ido a por él, así como la certeza de tener pruebas suficientes como para echar a volar todo el aparato institucional-político de este país. Llegados a este punto, toca hacerse varias preguntas.

La primera, y más evidente: ¿Dice la verdad?, ciertamente fue cuestionado anoche varias veces acerca de esto, y el chico se mostró totalmente fortalecido bajo la tutela de decir la verdad, y nada más que la verdad. Si partiéramos de la hipótesis, que todo lo que dice fuera cierto, ¿puede cualquier persona sin ningún conocimiento claro, académicamente hablando, conseguir moverse entre altas esferas, así como enterarse de cada uno de los asuntos más relevantes de este país? De ser cierto todo lo que dice, ¿quién debe pagar todo este descontrol?

Aunque podríamos tomar en consideración la veracidad de su historia, es de hecho sorprendente la celeridad de cada una de las instituciones señaladas, así como personas concretas, en negar cualquier relación o asunto tocantes al “Pequeño Nicolás”. A pesar de que debemos ir esperando a que el joven Nicolás nos muestre todo ese supuesto material que tiene de gran impacto social y político, sí podemos ir centrando nuestra crítica respecto a este tema.

Más allá de si fue o no un farsante, o si dice la verdad respecto a todo lo que comenta, debemos mirar con preocupación este caso concreto. Si un chico de tan solo 20 años, puede acceder de esta manera tan sumamente sencilla y coquetear con los que digamos “parten el bacalao”, ¿de verdad estamos seguros?

Una vez más se muestra la inoperancia de las instituciones políticas de este país, en un continuo declive y desgaste, más pensando en agarrar el sillón, que intentar mirar en pos de un futuro de intentar reformar lo presente y no convertir esto en el perfecto caldo de cultivo para una ruptura generalizada y en todos los ámbitos, que podría ser la hecatombe de nuestro país.

Es revelador el hecho, de que una persona con tan temprana edad, tuviera la facilidad de haber tenido contacto con empresarios, políticos y miembros del aparato estatal. Curioso es sus supuestos trabajos en el CNI, un servicio de inteligencia que ahora numerosos periodistas y miembros del “establishment”, ponen en el ojo del huracán. Claro que habrá que esperar noticias y toda esa supuesta información de Francisco Nicolás. Pero oye, que pequeño será, pero que puede conducir a un gran problema es un hecho, y esto sólo acaba de empezar.

 

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