miércoles, 25 de junio de 2014

Las sicav provocan la caída de Willy Meyer (por Raúl S. Saura)

IU, preocupada por los actos vandálicos a sus sedes con pocos avances policiales 
El veterano europarlamentario de IU abandona su cargo cuatro semanas después de las elecciones europeas por  publicarse que participó en un fondo de pensiones privado gestionado por una sicav en nombre del Parlamento Europeo. Estas sicav son conocidas mayormente en nuestro país para la gestión de las fortunas de grandes familias, garantizando la máxima discreción y un pago mínimo de impuestos (1% frente al 30 exigido a las empresas). Los eurodiputados contratan ese servicio con base en Luxemburgo, si bien se desvincularon del mismo en 2009 y desconocen cuanto ocurra con respecto al mismo, como informó infolibre.es.
Willy Meyer, apuesta personal de Cayo Lara como cabeza de lista para el Parlamento por tercera legislatura consecutiva, ha dimitido tras desvelarse estas informaciones y su plaza quedará cubierta por Javier Couso, hermano de José Couso, séptimo nombre de la lista de La Izquierda Plural. Meyer se ha declarado enemigo acérrimo de las prácticas de las sicav y de la evasión fiscal, así como desconocedor de mantener relaciones con las mismas desde 2004. En el fondo también colaboran Elena Valenciano, Cañete y Rosa Díez, entre otros.
Aunque legales, el veterano político de IU ya desvinculado del partido, considera las sicav como contrarias a la transparencia económica de la calse política e, indirectamente, como propias de la casta y el régimen, en base a las acusaciones de su partido al PSOE ("Debe definirse si quiere demostrar que no es miembro de la casta y del régimen”, Ramón Luque) por su relación con estas prácticas.
En un país donde los políticos no acostumbran a dimitir por sus prácticas ilegales, que uno lo haga por una legal desconcierta a cualquiera. Las presiones a las que se ha visto sometido Willy Meyer dentro de su partido, el hecho de que sea visto por movimientos ascedentes (véase Podemos) como un dinosaurio político poco o nada amigo de la renovación también pueden señalar la causa última de su desaparición de la primera línea de la política. Muchos partidarios de las listas abiertas exigían su marcha y lo consideraban un símbolo de los oscurantismos partidistas que tanto provecho han supuesto a varios partidos jóvenes para captar votos en las últimas elecciones al Parlamento europeo. Meyer, sobreviviente a la debacle de 2009 (la Izquierda solo consiguió un escaño), no ha sido capaz de repetir su hazaña por la contratación de un fondo privado. Un hecho insólito cuanto menos. Quizás las intrigas palaciegas supongan una coartada más creíble.

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