En el Tribunal de Justicia de Milán
se ha producido un tiroteo que ha causado varias victimas. El
causante de esto ha sido un empresario de 57 años llamado Claudio
Giardiello el cual tenía bien meditado el cómo y cuándo iba a
abrir fuego.
Tras ser detenido el agresor confesó
que su intención era vengarse diciendo que ''quería vengarme de
quien me ha arruinado la vida''.
Según confirma Andrea Orlando,
ministro de la Justicia, los sistemas de seguridad del tribunal
funcionaban cuando el empresario, que estaba imputado, abrió fuego
contra su propio abogado, dos de sus ex socios y varias personas
también presentes en la sala.
Su abogado y uno de sus socios
fallecieron y con ellos el juez que curiosamente no se encontraba en
la sala en el momento del tiroteo. Según la reconstrucción de lo
sucedido, el agresor fue al despacho del juez y le disparó dos tiros
mortales dándose a la fuga seguidamente.
Lo que tanto les extraña a los
investigadores es el cómo introdujo dentro del Tribunal aquella arma.
Entre las hipótesis que se barajan, una de ellas es que entrara con
una identificación falsa que le permitiera entrar por una puerta
exclusiva para jueces y abogados en la que no están obligados a
pasar por ningún detector de metales.
A pesar de los hechos y de que el
agresor se pudo dar a la fuga, no se juzga a las fuerzas de seguridad,
al revés, se destaca el trabajo que realizaron por conseguir
detenerlo una hora después de darse a la fuga.
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