martes, 17 de febrero de 2015

La flor del PSOE pierde sus hojas

    Por Alberto Vila



    Con tristeza veo como se descompone el Partido Socialista Obrero Español, de aquellas siglas en las que mi paisano Pablo Iglesias, el antiguo, el de verdad, fundó un partido en el que solo se conservan dos palabras de esas siglas, Partido y  Español.

    Un partido que liberó a mis padres y abuelos de las políticas de la derecha dictatorial que campó a sus anchas por España durante 40 años, y las que millones de españoles depositaron su esperanza de un país más justo, igualitario y próspero. Pero poco o nada queda de esa ilusión, machacada y traicionada desde 1986.

    La situación actual del PSOE es puramente insostenible, la situación del PSM ha destapado y ha hecho saltar todas las alarmas. Una decisión dictatorial de su Secretario General, Pedro Sánchez, en la que ha apartado a Tomás Gómez, tanto de la carrera electoral por la comunidad de Madrid, como de los cargos de poder, ha causado un profundo mal estar en las bases de los socialistas en Madrid, que incluso se presentaron en su antigua sede de celebración éxitos de la madrileña Calle Ferraz, carnet socialista en boca y pidiendo explicaciones por la decisión de su casi recién nombrado secretario general.

    Doble rasero para medir lo acontecido en Andalucía, con un Griñán y un Chaves, citados a declarar como imputados por el caso de los ERE, y en el que Pedro Sánchez no ha actuado, remitiéndose a un Código Ético que se aplica a gusto del consumidor, y a espaldas de las bases. Con una Susana Díaz, protectora y puesta a dedo por uno de sus predecesores, y a los que debe una protección, bajo mi vista, previamente pactada, y que ha dado con las declaraciones de que deberán dejar su actas en caso de ser imputados por algún delito por parte de Antonio Hernando, todo queda en el aire, con las espadas en todo lo alto entre la coherencia y la protección.

    Poca transparencia, pocas bases y poca parcialidad se aprecia en los movimientos del antaño partido de la izquierda, que toma un tono muy parecido al PASOK Griego, un partido en caída libre, y que se le espera un pacto de estado para "salvar el país" a finales de este año, pero que ni estará ni se le espera para las siguiente elecciones nacionales, que auguro no serán en el 2019.

    Triste caída de un partido que se presumía Socialista y Obrero, y que en sus últimos años se ha quedado en Partido y Español, para alegría del nuevo Pablo Iglesias y que augura un cambio de era, un cambio de siglas...aunque no un cambio de nombre.

    Queda tiempo para rectificar, pero los partidos del régimen del 78 tienen tan poca credibilidad, y un sistema de corrupción, amiguismo y favoritismo arraigado como forma de vida tan extendido, que mucho debe de trabajar Pedro Sánchez para repuntar en algún momento en los resultados de los próximos años, y así, no va a conseguirlo. Un cambio de rumbo de 180º y un capitán decidido a ello, pero no de 360º y quedarse como estaban, porque cada día, la flor pierde más hojas.

@al_vila

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