lunes, 23 de febrero de 2015

34 años del golpe de Estado fallido


Por Estefanía Adamuz 


Un día como hoy de 1981, Antonio Tejero desató el caos en el Congreso de los Diputados entrando a punta de pistola y con su famosa frase: “Se sienten coño”.

Después de 34 años, mucha gente sigue recordando ese momento, y es que aunque hayan pasado más de 3 décadas, los misterios que hay detrás de ese golpe son inmensos, seguramente porque nadie sabe qué pasó ni porqué, y la mayoría de los protagonistas ya han fallecido sin haber explicado nada que nos aporte más información sobre ese día.

Hacemos un resumen rápido de la situación en la que se encontraba España y aquello que se sabe sobre el golpe de Estado.

En 1981, España se encontraba en una profunda crisis económica, la inflación rondaba el 15% y el paro ascendía a 13,5% de la población (1,7 millones de españoles). No solamente nos encontrábamos en plena crisis económica, sino también social. Los grupos terroristas actuaban de manera más seguida y es que en tan solo 6 años hubo 386 muertos por atentados. Y el gobierno de Suárez legalizó el Partido Comunista, este acto descontentó a gran parte del ejército español.

Pero el clímax del momento llegó con la dimisión de Suárez a finales de 1980, cuando muchas personalidades aisladas de la izquierda y la derecha aludían a la posibilidad de formar un gobierno de carácter excepcional con un militar a la cabeza.

Mientras el 23 de febrero de 1931 tenía lugar la segunda votación para la investidura del sucesor de Suárez, el teniente coronel Antonio Tejero ocupó el Congreso de los Diputados secuestrando a todas las personalidades que había en su interior.

Aunque hubo muchos guardias civiles influenciados con el golpe, la mayoría no conocía los propósitos que se tenían en mente de los conspiradores. Aún y con eso, la única región dónde consiguieron inmediatamente el control militar fue en Valencia a manos del general Milans del Bosch.

Los sublevados fracasaron porque no obtuvieron el apoyo del rey, fue entonces cuando inmediatamente recomendó hacer una reunión de la Junta de Jefes de Estado Mayor y en aquel momento abandonaron la toma de Radiotelevisión Española.

El general Armada acudió al Congreso de los Diputados para que lo aceptaran como solución inmediata al caos producido por Tejero. Pero en ningún caso, el Congreso aceptó esa petición, por lo que Armada también fracasó en su intento de presidencia.

El momento clave y más delicado fue cuando el rey ordenó al general Milans la retirada de su bando y sus tropas y acto seguido, la rendición de Tejero.

Portada del diario El País el día después del golpe de Estado fallido

Aunque esta es la versión “oficial” de los hechos, hay rumores que nos explican otra historia y la que, posiblemente, nunca llegue a salir a la luz. Algunos de estos se tratan de conversaciones del general Armada con Cuenca Toribio afirmando que el “Monarca sabía tanto del golpe de Estado como él mismo”. Se han encontrado también frases en algunas de las obras de civiles redactadas antes de fallecer que nos pueden dar a entender que no todo lo que nos han hecho ver es cierto, un ejemplo es el caso del general Armada en su libro de memorias Al servicio de la Corona donde, y cito textualmente: “Yo siempre cumplí órdenes, todas las órdenes”, podría ser que uno de los cómplices de Tejero no supiera las consecuencias que podría tener después del golpe o que incluso no supiera sobre ello.

De todas maneras, desde entonces nadie ha abierto la boca y cada vez son menos los que quedan vivos para contarlos, entre ellos el mismísimo Antonio Tejero que actualmente se encuentra viviendo en Vélez-Málaga con su hijo, que es cura de la Parroquia de Santa Teresa de la Cala de Mijas
 
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