Por Emilio Cedeño W.
El gran paladín de la libertad y los derechos humanos, Estados Unidos,
ha regresado esta vez con fuerza, demostrándonos a todos como un país
increíblemente civilizado e incomparablemente desarrollado utiliza
métodos de incalculable humanismo para llevar a cabo sus políticas de
estado. Estamos hablando, como algunos podrán avizorar, del último
escándalo que ha protagonizado la Agencia Central de Inteligencia (CIA
por sus siglas en inglés) al revelarse los terribles métodos de tortura
utilizados contra sospechosos de terrorismo y otros presuntos
delincuentes.
Un comité especializado del Senado estadounidense, dirigido por los demócratas, ha revelado esta semana los tipos de castigos y sometimientos inhumanos utilizados durante la Administración Bush. La simple aparición de este tema levanta las sospechas. ¿Quiere realmente Obama transparencia o es un intento por soslayar el voto republicano? Visto y considerando que el partido del presidente está perdiendo mucha intención de voto en los últimos meses.
Respecto a las linduras de la CIA, cabe exponer precisamente de qué clase de torturas hablamos, para no sospechar ninguna exageración de mi parte. Algunos ejemplos según se reporta en los informes son: rehidratación rectal, hipotermia inducida, ahogamientos simulados, "insomnios" forzosos que superarían las 150 horas, encierros con ratas, ruletas rusas durante los interrogatorios, amenazas con taladros, confinamientos, envolvimiento en plástico, entre otros. De esta y otras formas (en muchos casos los agentes eran libres de explayar sus macabras imaginaciones) muchos presos fueron sometidos a tratos repugnantes que, en ocaciones, causaban muertes tremendamente dolorosas. Se reporta que en ocaciones los presuntos delincuentes (nótese que muchos no habían pasado en ningún momento delante de un juez, pues eran detenciones secretas e ilegales) rogaban clemencia, súplicas que eran inhumanamente desatendidas. En otros casos, los informes manifiestan algo horrible, y es que las personas muchas veces fueron detenidas por error, pues realmente no tenían vinculación alguna con los hechos que se les imputaban.
Ante tantas atrocidades vertidas sobre la mesa, ya hay quien las defiende a capa y espada, esgrimiendo el insidioso argumento de la defensa nacional. Cualquiera es libre de decir cuanta estupidez quiera expulsar de su boca, pero que luego no condene, incoherentemente, otras atrocidades análogamente inhumanas (sin ir más lejos, las perpetuadas por muchos regímenes dictatoriales del siglo XX).
Gracias, Estados Unidos, nuevamente has iluminado al mundo con tu humanismo y grado de desarrollo; respecto a las torturas, hay que ser más abiertos de mente y constatar que son la herramienta fundamental para construir un paraíso de harmonía, democracia y bienestar...
Hipócritas.
Un comité especializado del Senado estadounidense, dirigido por los demócratas, ha revelado esta semana los tipos de castigos y sometimientos inhumanos utilizados durante la Administración Bush. La simple aparición de este tema levanta las sospechas. ¿Quiere realmente Obama transparencia o es un intento por soslayar el voto republicano? Visto y considerando que el partido del presidente está perdiendo mucha intención de voto en los últimos meses.
Respecto a las linduras de la CIA, cabe exponer precisamente de qué clase de torturas hablamos, para no sospechar ninguna exageración de mi parte. Algunos ejemplos según se reporta en los informes son: rehidratación rectal, hipotermia inducida, ahogamientos simulados, "insomnios" forzosos que superarían las 150 horas, encierros con ratas, ruletas rusas durante los interrogatorios, amenazas con taladros, confinamientos, envolvimiento en plástico, entre otros. De esta y otras formas (en muchos casos los agentes eran libres de explayar sus macabras imaginaciones) muchos presos fueron sometidos a tratos repugnantes que, en ocaciones, causaban muertes tremendamente dolorosas. Se reporta que en ocaciones los presuntos delincuentes (nótese que muchos no habían pasado en ningún momento delante de un juez, pues eran detenciones secretas e ilegales) rogaban clemencia, súplicas que eran inhumanamente desatendidas. En otros casos, los informes manifiestan algo horrible, y es que las personas muchas veces fueron detenidas por error, pues realmente no tenían vinculación alguna con los hechos que se les imputaban.
Ante tantas atrocidades vertidas sobre la mesa, ya hay quien las defiende a capa y espada, esgrimiendo el insidioso argumento de la defensa nacional. Cualquiera es libre de decir cuanta estupidez quiera expulsar de su boca, pero que luego no condene, incoherentemente, otras atrocidades análogamente inhumanas (sin ir más lejos, las perpetuadas por muchos regímenes dictatoriales del siglo XX).
Gracias, Estados Unidos, nuevamente has iluminado al mundo con tu humanismo y grado de desarrollo; respecto a las torturas, hay que ser más abiertos de mente y constatar que son la herramienta fundamental para construir un paraíso de harmonía, democracia y bienestar...
Hipócritas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario